La Nación propone reemplazar la Ley de Educación Nacional. Se abre el mayor debate educativo de las últimas dos décadas.

El proyecto introduce la habilitación formal de la educación en el hogar, la posibilidad de que cada escuela diseñe su propio plan de estudios, y un esquema de financiamiento con mayor peso para las familias. También declara a la educación básica como “servicio esencial”, lo que obliga a garantizar la continuidad escolar incluso frente a medidas de fuerza. Según el texto, la libertad educativa y el rol preferente de la familia pasan a ser los pilares del sistema, mientras que el Estado asume una función “subsidiaria”.

Uno de los puntos más novedosos es la apertura a modalidades alternativas: home schooling sin edad mínima, educación híbrida y ofertas a distancia, con acreditación mediante exámenes periódicos. El borrador también habilita a las provincias a incorporar enseñanza religiosa confesional en escuelas públicas, de manera optativa y fuera del horario escolar, e introduce la figura de los planes de estudio propios, creados por cada institución dentro de su autonomía.

La reforma propone, además, un cambio de fondo en el financiamiento: elimina la meta histórica del 6% del PBI y establece que los fondos podrán asignarse tanto a instituciones estatales y privadas como directamente a las familias mediante becas o vales educativos. Sostiene que la inversión debe ser monitoreada por un sistema federal y que las escuelas deberán ser evaluadas con mayor frecuencia, con publicación de resultados desagregados por institución.

El borrador mantiene la gratuidad de la educación obligatoria y los contenidos mínimos comunes, aunque reduce el piso horario anual y amplía el margen para que cada escuela defina su propio calendario. También prevé evaluaciones nacionales anuales, incorpora un consejo escolar de padres en la gestión institucional y establece que la estabilidad docente estará vinculada al desempeño y la formación continua.

Aunque desde el Gobierno remarcan que se trata de un texto preliminar, la propuesta configura la mayor reforma educativa en dos décadas y abre una discusión de alto impacto político, académico y social. El debate recién comienza.