Desde este lunes 1° de septiembre, los precios de los combustibles en los surtidores volvió a marcar un incremento ayer en la petrolera estatal YPF, variación que se dio a partir de la decisión de revisar precios de forma periódica en partir de una política de tener en cuenta variables como zonas, horarios y demanda y hoy se espera otra suba por la decisión de aplicar el ajuste de la parte impositiva, que estaba congelada hace meses.
En cifras, la nafta Súper pasó de los $ 1.332 pesos por litro a comienzos de mes a los $ 1.429 de ayer para terminar agosto y con la actualización que se espera para hoy, de 10 pesos por litro, sumará cerca de un 8% en apenas 30 días. Una cifra no solo varias veces superior al incremento del costo de vida según el relevamiento del Indec sino que también es bastante por encima de los que pueden modificarse salarios.

Este nuevo aumento se debe a la actualización del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y del impuesto al dióxido de carbono. Estos gravámenes, que se habían mantenido congelados por decretos del Gobierno nacional, se descongelan en medio de un clima de fuerte tensión con las provincias.
La discordia se origina porque la recaudación del ICL, que fue creado para financiar la red vial nacional, no está siendo utilizada para ese fin. En el último año, solo el 16% de los fondos se destinó al mantenimiento de rutas, mientras que el resto fue a parar directamente al Tesoro Nacional.