Esta es la edad a la que empiezas a envejecer, según la ciencia

La inmortalidad es un asunto que ha sido tema de conversación durante siglos. Numerosas películas, series, novelas y obras de teatro han hablado y teorizado sobre la vida eterna. Aunque todavía es una utopía, el avance científico ha permitido que se pueda vivir más años y con más calidad.

Lo que sí que es cierto es que hay un punto en el que tu cuerpo empieza a  envejecer. Aunque no hay una edad universal en la que se empiece a producir este proceso, la Universidad de Stanford ha establecido dos momentos claves.

Cuál es la edad a la que se empieza a envejecer

Aunque cada persona tiene sus ritmos biológicos, los investigadores han identificado dos etapas concretas en las que el cuerpo humano muestra señales claras de envejecimiento biológico. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores siguieron durante años a un grupo de personas de entre 25 y 75 años.

A lo largo del estudio, se analizaron muestras de sangre, piel, boca, nariz y heces con el fin de observar cómo cambiaban con el tiempo miles de moléculas y microorganismos relacionados con la inmunidad, la salud cardiovascular, la función renal y la estructura de la piel y los músculos.

Dos edades críticas: los 44 y los 60 años

Tras analizar los resultados, los científicos detectaron dos momentos clave en los que el envejecimiento del cuerpo se acelera: alrededor de los 44 años y nuevamente hacia los 60 años.

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A partir de los 44, comienzan a modificarse los procesos metabólicos que regulan el manejo de sustancias como la cafeína, el alcohol o las grasas. Estos cambios pueden explicar por qué muchas personas experimentan digestiones más pesadas, aumento de colesterol o una mayor facilidad para ganar peso.

También es en esta etapa cuando las arrugas empiezan a marcarse con más claridad, reflejando un envejecimiento más rápido del tejido conectivo y una pérdida progresiva de elasticidad y firmeza en la piel.

La segunda gran transición ocurre hacia los 60 años, cuando se observa un deterioro más acusado del sistema inmunitario y de la función renal. Esta alteración aumenta el riesgo de sufrir infecciones, cáncer o enfermedades cardiovasculares.

Además, se reduce considerablemente la capacidad del organismo para metabolizar el azúcar, lo que puede favorecer la aparición de diabetes tipo 2 y provocar una sensación constante de fatiga, aumento de peso y desequilibrios hormonales.

¿Se puede frenar el envejecimiento?

Aunque detener el tiempo no es posible, sí hay maneras de ralentizar sus efectos. Los expertos coinciden en que mantener hábitos saludables es la clave para conservar la juventud biológica durante más tiempo.

Dormir bien, realizar actividad física con regularidad, seguir una dieta equilibrada, moderar el consumo de alcohol y evitar el tabaco son factores que ayudan a retrasar los signos visibles y biológicos del envejecimiento.

En definitiva, la ciencia demuestra que el envejecimiento es inevitable, pero nuestros hábitos diarios pueden marcar la diferencia. Cuidar la alimentación, la mente y el cuerpo permite disfrutar de una vida más larga, saludable y con mejor calidad.