La última Encuesta de Satisfacción Política y Opinión Pública (ESPOP) de la Universidad de San Andrés, realizada entre el 15 y el 24 de septiembre sobre 1.003 adultos conectados a internet, desatasca un vendaval de señales de alerta: el 66 % de los argentinos declara su insatisfacción con el rumbo del país, mientras apenas un 32 % se muestra algo satisfecho.
La aprobación al gobierno de Javier Milei se sostiene en un frágil 39 %, con un rechazoque trepa al 58 %, tres puntos más que en julio, el nivel más bajo desde que asumió.Con datos ya ponderados según el voto de 2023 y un margen de error de ±3,15puntos, esta tendencia decreciente se replica en otros sondeos.
El Índice de Confianza en el Gobierno (ICG) de la Universidad Torcuato Di Tella en septiembre se desplomó un 8,2 % hasta 1,94 puntos, su mínimo histórico bajo Milei. Zuban-Córdoba arroja una imagen positiva del presidente de 39,5 % frente a 59,6 % negativa.

D’Alessio IROL–Berensztein sitúa la desaprobación en 57 %. (El gráfico de la ESPOP traza una pendiente descendente desde los picos post-devaluación, evocando las horas bajas de crisis peronistas pasadas).
Mientras tanto, el desgaste alcanza también a Karina Milei: su imagen negativa escala al 71 % (ocho puntos más que el mes anterior), convirtiéndola en una figura de influencia que el 60 % asocia con corrupción por nepotismo.
En los pasillos de la Casa Rosada empieza a hablarse de “la jefa”; y esa figura dual operacomo obstáculo para la credibilidad del proyecto libertario.