La primera cuadra pavimentada de Resistencia: un antes y un después en la vida urbana

La historia de las ciudades suele marcarse por grandes hitos: la fundación, la llegada del ferrocarril o la construcción de edificios emblemáticos. En el caso de Resistencia, uno de esos momentos transformadores fue la “Pavimentación de su primera cuadra”, una obra que  se convirtió en **símbolo de progreso**, un punto de encuentro y una referencia que mostraba a propios y extraños que la ciudad avanzaba hacia un futuro más moderno.

Rolando Pérez Beveraggi cuenta en su libro “Resistenciando” que la primera calle pavimentada de Resistencia fue la calle Colón del O al 300, y la primera cuadra Colón del 200 al 300. La empresa  pavimentadora fue Moretti, Tomatis y Cía., en el año 1932.

Hasta ese entonces, todas las calles de la ciudad eran de tierra y en  general estaban en malas condiciones, sus banquinas eran zanjas que servían de desagües pluviales y hasta cloacales con aguas servidas. Las inundaciones pluviales solían hacer estragos en estas precarias calles.

 No varió mucho de lo que es hoy, ya que una precipitación de más de 70 milímetros deja anegada a gran parte de la ciudad, aunque lógicamente los escurrimientos son muchos más rápidos y sin grandes destrozos.

La falta de fondos genuinos de la Municipalidad de Resistencia, no podía satisfacer esa urgente necesidad de por lo menos pavimentar las principales arterias. Los fondos que debía otorgar el Gobierno nacional no llegaban y frustraban los intentos del municipio.

En el año 1910, hubo un intento de adoquinamiento de las arterias que rodeaban la Plaza 25 de Mayo, pero sólo se concretó el acondicionamiento de las banquinas.  

El polvo que levantaban los autos y los carros de tracción a sangre era aplacado por camiones regadores, que se abastecían en la Municipalidad, en la esquina de Irigoyen y Monteagudo, frente a mi casa paterna. Era todo un ritual las colas de estos camiones a la espera de cargar y salir a mitigar aquellos tórridos veranos del Chaco.

El olor a tierra recién mojada que sentíamos en las tardecitas resistencianas es muy particular y agradable.

A principios de la década del treinta, se anunciaba con grandes despliegues publicitarios el inicio de la pavimentación de las principales calles de la ciudad y hasta se mostraban planos de las calles por pavimentar.

En el año 1932, la Municipalidad llamó a licitación para pavimentar las calles céntricas, concediéndole las obras a la empresa Moretti, Tomatis y Cia. tocándole en suerte ser la primera calle pavimentada, a la Colón del O al 300 y la primera cuadra del 200 al 300.

Esta fue construida con polvo de ladrillo, cascote, cemento y mallas de hierro. Su inauguración fue un acto social tanto como urbano, porque expresó la voluntad colectiva de dejar atrás la precariedad y proyectarse hacia un horizonte de desarrollo.