En un contexto de caída sostenida en los niveles de aprendizaje en las escuelas argentinas, la desigualdad educativa entre aquellos estudiantes de sectores más vulnerables y quienes provienen de entornos con más recursos mostró una profundización en Matemática en los últimos años: apenas 5 de cada 100 alumnos del nivel socio-económico más bajo alcanzan a incorporar los contenidos mínimos de dicha materia. En secundaria, la disparidad creció 30% en diez años.
El Tercer Informe del Indicador de Desigualdad de Aprendizajes de la Universidad Austral, elaborado por las investigadoras Eugenia Orlicki y Cecilia Adrogué, analizó el período comprendido entre 2016 y 2024 a partir de los resultados del Operativo Aprender. Los resultados mostraron un descenso pronunciado en la capacidad para adquirir conocimientos de Matemática en los alumnos con menores recursos, mientras que en lengua la brecha se mantuvo estable.

Según las investigadoras, el Indicador de Desigualdad de Aprendizajes en Primaria para Lengua reveló que en 2023, por cada alumno vulnerable que alcanza los aprendizajes mínimos, lo logran 1,6 alumnos no vulnerables, un valor apenas superior al de 2016 (1,5) y menor que el pico registrado en 2021 (1,8). En lo que respecta a Matemática, el indicador pasó de 1,6 en 2016 a 1,8 en 2023, con un máximo de 2,1 en 2021. “Esto significa que en 2023, por cada alumno vulnerable que logra los aprendizajes mínimos, lo hacen casi dos no vulnerables”, remarcaron.

En el desagregado sobre la formación Secundaria, las investigadoras consideran que se puede observar un “panorama mixto”. Por un lado, en Lengua la desigualdad se mantiene estable en ambos niveles formativos. Sin embargo, en Matemática se observa una tendencia “más preocupante”, principalmente en secundaria, donde se amplía sostenidamente, acompañada de una caída general en los aprendizajes. “Estos resultados ponen en evidencia la necesidad de políticas educativas que prioricen la mejora en el aprendizaje de Matemática y que contemplen estrategias para apoyar a los alumnos de contextos más vulnerables, garantizando oportunidades más equitativas.
Fuente: Ambito