En declaraciones periodísticas Rolando Kramer, representante de la Asociación de Kioscos, analizó la situación dispar del sector. Mientras a nivel nacional se cerraron 16 mil locales, en Chaco se observa un crecimiento en la apertura de nuevos puntos de venta. Sin embargo, la caída en el consumo impacta de lleno: “Las ventas en general han caído entre un 30 y un 40% respecto a años anteriores”.

Kramer explicó que, aunque en otras provincias el cierre es masivo, en la capital chaqueña y otras localidades se multiplican los pequeños kioscos, muchas veces como salida laboral para personas que perdieron su empleo. “Vemos un incremento en la cantidad de negocios a los que los distribuidores abastecen”, señaló.
La baja en las ventas impulsa cambios en la oferta y en el formato. “Los kioscos se transforman en minimarket”, afirmó, detallando que ahora incluyen productos como fiambres, carnes o artículos de almacén para diversificar ingresos. Sin embargo, advirtió que ampliar el servicio al público implica mayores inversiones en seguridad, algo que desalienta a algunos comerciantes.