Al hacer uso de la palabra señaló que su intención era aclarar las “mentiras y prejuicios” que influyeron en el proceso judicial. “Se instaló que somos millonarios, que tenemos poder, y no es así. Mi abogada es defensora oficial del Estado. No somos la familia que los medios describen”, expresó ante el tribunal.
Al referirse a Cecilia Strzyzowski, negó haber tenido discusiones o enemistades con ella. “La conocí como a una chica más del grupo de compañeros. Nunca me faltó el respeto ni habló mal del movimiento. Nuestra relación era distante, pero correcta”, aseguró.
También recordó cómo se enteró del casamiento de su hijo: “Me enteré por las redes sociales. Le dije que el casamiento es una institución burguesa, que lo importante es la relación, no el papel. Después se divorció, y yo misma pagué el divorcio”.
Finalmente, cuestionó el trabajo de la fiscalía y el impacto mediático del caso: “Acá hubo dos procesos: el judicial y el mediático. La sociedad ya cree que yo destripé a una persona. Me pueden condenar ustedes o no, pero la condena social ya la tengo”. Cerró reafirmando su inocencia y su fe: “Creo en Dios, y aunque me condenen, la verdad se va a saber. Amo a mi hijo y lo voy a seguir defendiendo porque sé quién es”.