El precio de la carne vacuna volvió a escalar y ya impacta en las góndolas y carnicerías. En las últimas dos semanas, los valores minoristas aumentaron entre 8 % y 12 %, y en algunos cortes populares el alza supera el 15 % respecto de octubre. Sin embargo, las ventas no ceden: los consumidores continúan comprando, convalidan los nuevos valores y consolidan una tendencia que se repite cada fin de año, cuando la demanda se acelera y la oferta de hacienda se reduce.

Miguel Schiaritti, titular de la Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA), recordó que “la sequía del 2023 fue la más grande que recuerde y nos hizo perder el 3 % de los ganaderos, además de cerca de 200.000 terneros”. A esa pérdida se sumaron las inundaciones de 2024 y las de este 2025, que afectaron más de cinco millones de hectáreas y complicaron la parición en las zonas ganaderas. Además de todo esto, el negocio de los feedlots volvió a ser atractivo, ya que “comprar un novillito de 360 kilos puede ser más rentable que un ternero liviano, porque se paga menos y se lo termina en 90 días. La oferta es chica, llega fin de año, y las fiestas siempre empujan los precios. Es el combo perfecto para que la carne aumente”.

“Lo llamativo —explicó Schiaritti— es que, pese a los aumentos, las ventas no cayeron. La gente sigue comprando. No sé si por recomposición salarial o por acostumbramiento a los precios, pero la demanda se mantiene firme”. Ese comportamiento del consumidor, que absorbe los incrementos sin frenar el consumo, refuerza la tendencia y le da soporte al nuevo nivel de precios.
Los operadores del sector proyectan que, si la oferta no mejora y la demanda interna mantiene su firmeza, el precio de la carne al consumidor podría continuar subiendo en el último bimestre del año, acompañando el incremento del ganado en pie, que ya acumula entre 12 % y 13 % según registros del MAG. Sin embargo, hacia fin de año, el traslado al mostrador podría ubicarse en un rango de entre 15 % y 20 %, en línea con la dinámica habitual entre el mercado de hacienda y los precios minoristas.