El Reino Unido ratifica su ocupación militar ilegal en las Islas Malvinas con la presencia permanente de aviones caza Typhoon

En un contexto internacional marcado por conflictos armados en distintas regiones del mundo, el  Reino Unido actualizó su estrategia de seguridad con un documento titulado “Seguridad en un Mundo Peligroso”.

Allí redefinió sus prioridades geopolíticas y declaró su compromiso de “defender, proteger y mejorar la resiliencia del Reino Unido, sus Territorios de Ultramar y Dependencias de la Corona”. Es por eso, que la Fuerza Aérea Británica sostiene actualmente en  Malvinas una presencia permanente de sus aviones caza más poderosos.

En Mount Pleasant, la 1435 Flight (unidad aérea de la Royal Air Force con base en Malvinas, cuya misión principal es la defensa aérea y la alerta de reacción rápida para las islas) opera cuatro Typhoon FGR4, respaldados por un Voyager y un Atlas C1. Estos aviones extienden la persistencia de la patrulla y acortan tiempos de respuesta ante incursiones, emergencias médicas o búsquedas y rescates.

La combinación de los aviones Typhoon, Voyager y Atlas transforma una simple alerta en una capacidad de disuasión constante, al garantizar alcance operativo, presencia prolongada y apoyo logístico desde una base con control estratégico y respaldo militar y local.

El puente aéreo vía Ascension Island (una paradisíaca isla británica que fue clave en la guerra de las Malvinas, dado que los vuelos provenientes del Reino Unido paraban ahí antes de llegar a las islas) mantiene rotaciones y repuestos, asegurando continuidad operativa en el Atlántico Sur incluso en invierno austral.