Todo ocurrió el último fin de semana cuando el pequeño jugaba con otros niños en el sector de la cancha de atletismo, caminando de espaldas en la arena. De pronto, cayó en un hueco profundo, aparentemente una boca de tormenta o alcantarilla sin tapa ni protección. Inmediatamente comenzó a llorar, con la boca sangrando, y fue socorrido por su madre, quien lo alzó alarmada por el estado del menor.
Una testigo del hecho relató: “Le cuento a la mamá dónde se cayó, y en ese momento el nene empieza a tener mucho sueño y dice que le duele mucho la cabeza. La mamá le toca y se da cuenta de que tiene un golpe fuerte, que se estaba desmayando. Fue allí que llamamos a la ambulancia y luego de las primeras evaluaciones, se decidió trasladar al niño al Pediátrico”
El niño fue trasladado de inmediato al hospital Pediátrico Avelino Castelán donde le realizaron los estudios pertinentes. Su estado genera preocupación, mientras vecinos advierten que esa zona, cercana a un área recreativa infantil, representa un grave peligro.
El hecho reaviva la necesidad de una urgente intervención municipal para asegurar los espacios públicos, especialmente aquellos frecuentados por niñas y niños. La presencia de huecos sin señalizar o bocas de tormenta sin tapa pone en riesgo constante a quienes transitan o juegan en el parque.
Fuente: Diario Norte
