La fiscal de Derechos Humanos Silvia Slusar encendió las alarmas al solicitar a la Policía Federal que custodie la indagatoria de este jueves al comisario Daniel Melchiori, acusado de graves delitos en Taco Pozo.
El dato sacudió oficinas policiales y judiciales: la custodia especial llega justo cuando Melchiori debe sentarse ante la justicia por apremios ilegales, privación de la libertad y lesiones.
La audiencia se realizará mañana desde las 8 en la oficina de la fiscal Slusar, donde al menos dos agentes federales estarán atentos a cualquier eventualidad, lejos de la Policía de Chaco –la fuerza a la que pertenece el implicado. ¿Buscan evitar tensiones con los propios camaradas chaqueños, o hay razones de seguridad extra? Nadie lo confirma pero el movimiento es leído, por igual, como cautela y como señal política.
El expediente contra Melchiori surgió tras la denuncia de la fundación cordobesa “Todo por Todos”: los médicos solidarios lo señalan por presuntos apremios ilegales y lesiones hacia una médica y el chofer del grupo, hechos que habrían ocurrido a mediados de agosto, cuando estaban de voluntariado en Taco Pozo.
Además, antes de la comparecencia, la justicia local había recibido un hábeas corpus colectivo presentado por los médicos, reclamando garantías para seguir con sus tareas en el interior chaqueño. El juez Rodolfo Lineras no tardó en dictar una prohibición: Melchiori no puede volver a patrullar ni trabajar en tres departamentos del norte chaqueño, al menos hasta que avance la investigación.
El proceso penal sigue su curso y, de confirmarse los cargos en juicio oral, el comisario enfrenta penas de hasta seis años de prisión. Mientras tanto, la custodia federal durante la indagatoria deja en evidencia una tensión que trasciende las paredes de la fiscalía: en el Chaco, la desconfianza y las discusiones sobre el poder policial están más vivas que nunca.
Fuente: Norte
