A partir del 1° de octubre, los viajeros que soliciten una visa para ingresar a Estados Unidos deberán afrontar un costo mayor. El gobierno estadounidense implementará una nueva tasa por “integridad” de 250 dólares.

Esto elevará el precio total del trámite a 442 dólares, convirtiéndolo en uno de los más altos del mundo. La medida se anunció en un contexto de caída del turismo internacional hacia ese país y podría agravar la tendencia negativa. El impacto se sentirá principalmente en los países sin programa de exención de visa, como Argentina, Brasil, México, India y China.
Según datos del sector, en julio las llegadas internacionales retrocedieron un 3,1% interanual, alcanzando los 19,2 millones de visitantes. Para la Asociación de Viajes de Estados Unidos, la política podría tener efectos adversos. “Cualquier fricción extra en el proceso migratorio desalienta la demanda”, remarcaron.