Tras liberar Argentina, Chile y Perú, el prócer vivió en Londres, Bruselas y Francia, enfrentando tensiones políticas y problemas de salud. Murió en Boulogne-sur-Mer el 17 de agosto de 1850.
Tras concluir las guerras de independencia, inició un largo exilio en Europa, donde vivió en distintos países mientras seguía de cerca la situación política argentina. Su preocupación por los conflictos internos y su relación distante, pero no ajena, con líderes como Juan Manuel de Rosas marcaron sus últimos años lejos de la patria que había liberado.
El retiro del prócer argentino no fue un gesto de derrota, sino una decisión estratégica tras la entrevista de Guayaquil en 1822 , donde se evidenciaron tensiones con Simón Bolívar.

En Europa, San Martín priorizó la educación de su hija Merceditas y la administración de sus propiedades en Buenos Aires, Mendoza y Chile. Su residencia pasó por distintas ciudades, incluyendo Londres y Bruselas, hasta establecerse definitivamente en Francia, donde finalmente falleció en 1850.