Axel Kicillof es el gran ganador de la jornada electoral. Desafió a la dirigencia política y especialmente a la resistencia interna del kirchnerismo con su idea de desdoblar la elección y los resultados le dieron la razón. La victoria ratifica su liderazgo como gobernador de la provincia más grande del país, lo posiciona como el principal referente de la oposición y, especialmente, lo pone en carrera como candidato a Presidente en 2027.
El contraste es notorio: la derrota llena de incógnitas a la Casa Rosada, que si bien en las últimas semanas había moderado sus expectativas -ya no hablaba de una victoria contundente-, ni el más pesimista de sus dirigentes esperaba esta “paliza” electoral.
Públicamente, La Libertad Avanza ponderará la cantidad de diputados y senadores que sumará a la Legislatura, pero internamente se abrirán muchos interrogantes . El primero es quién “paga” por esta derrota. En el búnker de Gonnet empezaron los pedidos de explicaciones por la estrategia electoral y los primeros apuntados son los Menem: Martín, el presidente de la Cámara de Diputados, y Eduardo, conocido públicamente como “Lule”, subsecretario de gestión institucional.