Cae el turismo 11% en vacaciones de invierno

Las vacaciones de invierno dejaron un sabor amargo para el turismo interno: la cantidad de turistas cayó un 10,9% en comparación con 2024, según datos de la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa). En total, 4,3 millones de personas se movieron por el país, en una temporada marcada por la pérdida de competitividad cambiaria y el aumento de los viajes al exterior.

Aunque el turismo nacional sigue siendo el gran motor de la actividad, el impacto económico también retrocedió, ya que las personas que viajaron gastaron $1,5 billones en total, pero ese número representa una caída del 11,2% en términos reales frente al año pasado.

Entre las causas por las que cayó fuertemente el turismo, se destacan el poder adquisitivo más bajo, que obligó a muchas familias a recortar gastos o directamente cancelar sus vacaciones; así como también el tipo de cambio menos favorable para extranjeros que redujo la llegada de turistas internacionales, lo que también afectó a las economías regionales.

El clima tampoco ayudó: fue más frío y lluvioso que en temporadas anteriores, lo que restó atractivo a los destinos de playa y empujó a los viajeros a buscar propuestas como montaña, nieve, termas y turismo rural.

Más argentinos viajando al exterior

Un fenómeno que ya se venía anticipando se confirmó este invierno: los turistas con mayor poder adquisitivo eligieron salir del país. Durante el Hot Sale de mayo, más de la mitad de las ventas de paquetes fueron para destinos internacionales. Además, según datos del INDEC, los viajes al exterior crecieron 67% interanual en el primer cuatrimestre del año.

A pesar del escenario adverso, hubo lugares que mantuvieron buenos niveles de ocupación. Entre ellos se destacaron:

* Bariloche, Ushuaia, San Martín de los Andes y Villa La Angostura (nieve y montaña)
* Puerto Iguazú y Salta (clima más benigno y propuestas culturales)
* Los valles y sierras de Córdoba, Mendoza y El Calafate
* Complejos termales de Santiago del Estero y Entre Ríos

Además, el escalonamiento de las vacaciones escolares -que dividió los recesos en distintas semanas según la provincia- permitió mantener el movimiento turístico durante todo julio y evitó colapsos en rutas y alojamientos