El primer tiempo fue parejo, intenso y con pocas situaciones de peligro. Ambos equipos se disputaron la posesión en el mediocampo y priorizaron no cometer errores. Sin embargo, cuando parecía que el descanso llegaría con el marcador en cero, Boca encontró la ventaja en el cierre de la etapa.
En tiempo adicionado, Exequiel Zeballos aprovechó un pase largo, ganó en velocidad, eludió la marca y definió tras un rebote de Franco Armani para poner el 1-0. El estallido en las tribunas fue inmediato: la Bombonera se transformó en una caldera.
Apenas iniciado el complemento, Boca volvió a golpear. En la primera jugada clara, Zeballos volvió a marcar diferencias por su sector: superó en velocidad a Portillo, se metió al área y asistió a Miguel Merentiel, que definió con el arco libre para estirar la ventaja a 2-0.

Ese gol terminó de quebrar el partido. River, golpeado anímicamente, intentó reaccionar pero no logró inquietar a Romero. Boca, en cambio, tuvo varias chances para ampliar el resultado. Entre las imprecisiones en la definición de Giménez y las intervenciones de Armani, el marcador no se movió más, aunque el dominio xeneize fue claro.