La tensión financiera y la decisión del Banco Central de subir nuevamente los encajes bancarios empujó a muchas entidades financieras a sostener las elevadas tasas que ofrecen a los ahorristas y, como es esperable, impactará aún más sobre el encarecimiento del crédito para las empresas y los individuos.
Según el último dato oficial publicado correspondiente al viernes 22, el promedio pagado en el sistema financiero por un plazo fijo a 30 días es del 51,3 por ciento. Diez días antes el rendimiento promediaba el 43% y un mes atrás apenas alcanzaba el 33 por ciento.

Presidente del Banco Central, Santiago Bausili
Varias entidades aseguraron que se verán forzados a seguir subiendo el rendimiento para los plazos fijos, lo que naturalmente derivará en nuevas subas para las tasas de todos los préstamos y les pondrá un freno mayor al ya iniciado en el último mes.
Con un ojo en el mercado y otro en el calendario electoral, el Gobierno debió elegir entre acentuar la baja de la inflación o sostener la actividad económica. Y claramente se inclinó por lo primero. La decisión de secar la plaza de pesos apunta a quitar el dinero que puede irse al dólar o recalentar la inflación. Y no hay un objetivo superior a evitar ese escenario.