Para Miguel Simons, vicepresidente de la Cámara de Supermercados del Chaco, las ventas retraídas y los cambios en los hábitos de compra ya son visibles en las góndolas y en los depósitos. Para el empresario se debe , entre otros factores a la suba del dólar, el aumento de tarifas y la caída del poder adquisitivo. “Todo esto se combinan para moldear un panorama en el que los consumidores miran precios, abandonan marcas y ajustan cada peso” consideró.
Agregó que “la última escalada cambiaria empieza a impactar”, y explicó que “la subida del dólar de a poco está repercutiendo, pero no es el único factor a tener en cuenta. Hubo aumentos de combustible y ajustes salariales. La recesión golpea y eso morigera los precios”.

En los supermercados de proximidad, el ticket promedio ronda los 15.000 pesos. “Se dejó de comprar todo lo que no es primera necesidad. Inclusive el caso de la polenta es llamativo: antes las instantáneas se vendían muchísimo y hoy se vende harina de maíz o las instantáneas de menor calidad”, describió Simons
Otro punto en común es el cambio en la forma de pago: “En los supermercados pymes se está usando mucho el débito, las billeteras virtuales, poca tarjeta de crédito porque no tienen mucho crédito para comprar”, explicó Simons
La conclusión de Simons resume la tensión diaria del supermercadismo: “De a poquito se van levantando los precios para recuperar la rentabilidad. De todas formas, estos últimos movimientos van a repercutir sí o sí, porque no vamos a perder la poca rentabilidad que hemos recuperado”.
Fuente: Norte Digital