En un giro inesperado del caso que mantiene en vilo a la opinión pública, Emerenciano Sena, imputado por el brutal crimen de Cecilia Strzyzowski, presentó una dura denuncia desde su lugar de detención. A través de una carta dirigida a la jueza Dolly Fernández, el líder piquetero acusó al personal del Servicio Penitenciario de someterlo a “tratos denigrantes” durante una visita familiar el pasado 26 de julio.
Según el escrito, Sena fue desnudado y expuesto de forma innecesaria frente a una docena de agentes, incluyendo personal femenino. El dirigente sostiene que esta humillante acción no fue un simple protocolo, sino una medida deliberada para “incentivar la violencia” y “cortar el vínculo” con su familia.

La denuncia llega en un momento de máxima tensión judicial, mientras se desarrollan las audiencias preliminares del juicio por jurados y horas después de que se revelara una nueva actividad de su esposa, Marcela Acuña, también detenida. Sena pide ahora a la Justicia que tome medidas urgentes para garantizar su integridad física y ponga fin a estos supuestos abusos.
Este nuevo capítulo añade una capa de complejidad a un caso ya de por sí polémico, planteando serias preguntas sobre las condiciones de detención y el trato a los implicados en uno de los crímenes más resonantes del país.