El empresario italiano, artífice de una fortuna estimada entre 11.000 y 13.000 millones de euros, diseñó en vida un complejo entramado sucesorio y blindó su firma para que, tras su partida, se preservara la independencia y permanencia de un emporio convertido en sinónimo de lujo y sofisticación.

Giorgio Armani y Leo Dell’Orco en el final del desfile de la temporada otoño-invierno 2025/2026
Según Forbes, la fortuna del diseñador alcanzaba los 12.100 millones de dólares, mientras que otros medios financieros estiman que el valor total de su patrimonio en dólares ronda los 15.000 millones. El grupo, con 8.700 empleados y una facturación de 2.300 millones de euros en 2024, incluso atravesó un año difícil para la industria con beneficios que cayeron un 6% respecto a 2023, pero mantuvo inversiones estratégicas, como la renovación de la legendaria tienda de Madison Avenue en Nueva York y la ampliación del Emporio Armani Milano.

Armani junto a Valeria Mazza
En las cuestiones sucesorias, en entrevistas recientes, tanto con el Financial Times como con Corriere della Sera, subrayó su deseo de que el traspaso de responsabilidades no deviniera en crisis ni rupturas. Expresó que el proceso debía ser gradual, “una transición progresiva de responsabilidades hacia sus colaboradores más cercanos, como Leo Dell’Orco, los miembros de la familia y todo el equipo de trabajo”.
Armani enfatizó que la sucesión debía tener carácter colectivo, incorporando tanto a colaboradores clave como a sus sobrinas Silvana (de 69 años, parte del equipo creativo femenino) y Roberta (de 54, encargada de relaciones públicas y celebridades), hijas del fallecido Sergio.También figura su sobrino Andrea Camerana, de 55 años, hijo de su hermana Rosanna, de 86.