La situación legal y administrativa del comisario Daniel Augusto Melchiori se ha agravado tras la difusión de un video que lo muestra ingresando a la comisaría de Taco Pozo, a pesar de tener una restricción judicial que le prohíbe explícitamente acercarse al edificio.
Las imágenes, que circulan en las últimas horas, muestran a Melchiori estacionando su vehículo dentro del predio, descendiendo del mismo y conversando con personal policial en el lugar. Este hecho representa un nuevo capítulo en el historial de denuncias que enfrenta el comisario, que incluyen acusaciones de agresiones a médicos y desobediencia a resoluciones judiciales.
El caso de Melchiori está siendo investigado en dos frentes: la Fiscalía de Derechos Humanos, que lleva adelante la causa penal, y el Órgano de Control Institucional, que analiza su desempeño administrativo.
Además de las recientes complicaciones, se ha revelado un dato clave sobre una de las denuncias iniciales en su contra: el comisario nunca fue sometido a un test de alcoholemia al momento del incidente, debido a la falta de equipos en el lugar. Recién ahora se ha solicitado un estudio toxicológico que podría arrojar luz sobre su estado en aquella oportunidad.
Actualmente, el comisario se encuentra en uso de su licencia anual. Según fuentes de la Jefatura de Policía, este período podría extenderse por hasta dos meses más, con goce de sueldo, si solicita una licencia por enfermedad o accidente. La decisión final sobre su situación recaerá en la Dirección de Personal.
La combinación de las investigaciones en curso y la reciente evidencia en video abre un escenario complejo para el futuro de Melchiori. Las autoridades analizan si los hechos ameritan sanciones disciplinarias más severas, que podrían llegar hasta su remoción definitiva de la fuerza. El desenlace de este caso dependerá del avance de las causas penales y administrativas.
